Viniyoga es la capacidad de adaptar el Yoga a la persona según su edad, género, experiencia vital, etc.

Lo importante es lo que la persona necesita en un momento determinado de su vida y que sepamos adaptar el Yoga para conseguirlo.

¿QUÉ ES VINIYOGA?

Definición de Término Viniyoga
(Introducción al 4º libro de Patañjali por Claude Maréchal)

E l término “Viniyoga” pertenece al Yoga clásico. De hecho lo encontramos en el sexto aforismo del tercer libro de los Yoga Sutras de Patañjali “tasya bhumishu viniyoga” (la aplicación – Viniyoga - de esto – tasya - se hace en función de los niveles – bhumishu).

Desde el principio del tercer libro Patañjali había introducido las nociones de concentración (dhâranâ), de meditación (dhyâna), y de integración (samâdhi) y de “proceso” (samyama) que los une. Samyama consiste en escoger un objeto de meditación, fijar intensamente la atención en este objeto y ejercitarse con un gran interés y regularidad. El afán de búsqueda y de abandono debe igualmente caracterizar el proceso.

El ejercicio del samyama produce una gran claridad en relación con el objeto elegido. Con el tiempo, el objeto de meditación se integra cada vez más.

Directamente después de esta enseñanza viene el aforismo sobre Viniyoga, para concretar que la elección del objeto de meditación debe realizarse con gran cuidado. La palabra “esto” (tasya) indica aquí el proceso. En el momento de escoger una dirección para la práctica, es importante reflexionar y tener en cuenta los “niveles”, es decir, un cierto número de parámetros. Esto es lo que expresa la palabra bhumishu.

Hacia los años 1980, en la India, el profesor T. Krishnamacharya ampliaba la noción de Viniyoga aplicándola directamente a la práctica de âsana y prânâyâma. Quería, en este momento de la historia de su enseñanza, insistir con fuerza en la importancia de una aplicación adecuada de las técnicas psicosomáticas del Yoga a cada persona, teniendo en cuenta un cierto número de consideraciones individuales. A T. Krishnamacharya le debemos la famosa frase: “No es la persona la que debe adaptarse al Yoga sino el Yoga el que se debe ajustar de forma correcta a la persona.”

Unos años más tarde, en 1983, nace la Revista Viniyoga y casi justo después los diversos movimientos de profesores y federaciones de Yoga denominados con el término Viniyoga. Todo ello alentado por T.K.V. Desikachar, hijo y discípulo de Krishnamacharya.

Era primordial asegurar una aplicación adecuada del Yoga a los practicantes occidentales, tan diferentes de los indios, física y culturalmente, así como en otros aspectos. Esta idea de tomar en consideración con gran cuidado toda una serie de elementos antes de dar una enseñanza es esencial para la transmisión del Yoga en occidente.

El Viniyoga no es una organización, ni una escuela particular, ni un estilo especial de Yoga. El Viniyoga da simplemente una dirección: para que la disciplina aporte todos sus frutos, es indispensable elegir unas técnicas adecuadas, lo que implica una atención constantemente renovada. Aunque estoy profundamente agradecido a las fuentes de esta valiosa enseñanza, el Viniyoga es necesariamente independiente de toda autoridad, venga de donde venga. En el plano práctico el Viniyoga consiste en respetar a la persona: edad, sexo, salud, constitución, residencia, hábitos de vida, recursos, debilidades, creencias…

El Yoga se empezó a desarrollar en Europa hacia los años 1970 y enseguida hubo un gran entusiasmo por esa visión del mundo venida de oriente. Muchas cosas han pasado desde entonces. Ahora es el momento de que los occidentales que han estudiado y asimilado los principios del Yoga hagan su trabajo de forma correcta y autónoma.

Es esta la mejor definición de la palabra Viniyoga hoy en día.