El Hatha Yoga Pradipika, un texto antiguo de Yoga, nos responde de esta manera:
Verso I.64. Ya seas joven o viejo, enfermizo o débil, puedes obtener la perfección en todos los yogas mediante una práctica adecuada.
Verso I.65. La perfección es el resultado de una aplicación práctica. ¿Cómo podría suceder sin la práctica? Con la simple lectura de los textos (shastras) nunca se alcanzará la perfección en el yoga.
Verso I.66. Ni vistiendo el atuendo de un siddha (yogui realizado), ni hablando sobre ello se alcanza la perfección. Únicamente a través de la aplicación práctica se convierte uno en un siddha. Esta es la verdad sin lugar a duda.
Comentario:
Hay un dicho que dice: “la práctica hace la perfección”. Y eso es exactamente lo que expresan estos versos.
Puedes leer tantos principios como puedas absorber intelectualmente, pero hasta que se pongan en práctica no hay experiencia de su realidad, ni manifestación de su inherente potencial. Un médico no se convierte en médico hasta que haya practicado todo lo que ha aprendido teóricamente. Un ingeniero no puede construir una máquina simplemente leyendo las instrucciones sobre cómo hacerlo. El producto final no será perfecto hasta que se haya intentado realizar muchas veces.
La práctica regular de cualquier técnica de yoga crea un patrón en el cuerpo y en la mente, y después de muchos años de práctica, se adquiere la perfección, independientemente de las circunstancias iniciales. No debería disuadirnos de la práctica de yoga que nos sintamos físicamente inadecuados. No importa si el cuerpo es viejo o joven, enfermo o débil, todo el mundo es apto para la práctica de hatha yoga y alcanzar la auto-realización. Si uno tiene el deseo interno de experimentar la verdad de la existencia tendrá éxito, independientemente de su condición física.
Donde habita la verdad no hay lugar para la ilusión o el engaño. Uno no puede convertirse en yogui únicamente adoptando la apariencia externa, ni uno puede engañar a otros para que lo crean; la falta de fuerza interna y de comprensión expondrá a cualquiera que sea un fraude. Podemos engañarnos a nosotros mismos pareciendo un yogui o un asceta pero al atma (ser o alma) no se le puede engañar, ni la indumentaria dar poder, ni conocimiento. Sólo puede suceder por el entrenamiento del cuerpo y refinando la conciencia grosera.
Hatha Yoga Pradipika
Swami Muktibodhamanda
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