Vivir implica desenvolverse en nuestro entorno, circunstancias y relaciones con los demás al mismo tiempo que evolucionamos. A veces la vida nos presenta situaciones que nos causan dificultades.
Enfrentarnos a nuestra vida cotidiana en ocasiones nos produce estrés, ansiedad, depresión, o incluso insomnio. Nos cuesta trabajo asimilar acontecimientos normales de la vida, como nuestra enfermedad o la de los allegados. También circunstancias profesionales o personales complicadas avivan nuestros miedos y a veces resultan en un bloqueo que nos inmoviliza. Nos pueden generar incluso una depresión.
Pero no son únicamente las circunstancias difíciles las que pueden generar este tipo de estados anímicos. También acontecimientos considerados “positivos” nos pueden bloquear.
Nuestro organismo reacciona ante estas circunstancias como si fueran “agresiones”. Lo cual puede desencadenar reacciones fisiológicas como enfermedades respiratorias, asma, alergias; problemas digestivos, úlceras, colon irritable, intolerancias; cardiovasculares, insuficiencia, arritmias, etc. Nuestra actitud puede provocar o favorecer la aparición de cualquier enfermedad.
No resulta fácil enfrentarse a nuestra existencia o nuestras circunstancias vitales, las cuales a menudo vivimos como problemas que nos conmueven. Nuestras reacciones ante lo que consideramos una agresión pueden crear un desequilibrio interno con un resultado doloroso. Es lo que llamamos “sufrimiento”
Este sufrimiento nace por la manera de cómo vivimos los acontecimientos de nuestra vida y a nuestras reacciones.
Puesto que es imposible cambiar estos acontecimientos que van apareciendo en nuestra vida el Yoga nos propone cambiar nuestra manera de vivir estos acontecimientos de forma que no nos hagan sufrir o que sean lo menos dolorosos posible.
Intentamos adaptarnos del modo más inteligente posible a los acontecimientos. No se trata de querer cambiar lo que estemos viviendo, eso forma parte de nuestro mundo, sino de ver los mismos acontecimientos de forma diferente. Es decir cambiar nuestra actitud ante la vida.
El Yoga nos permite crear las condiciones más favorables para que la mente se adapte a la acción en cualquier entorno o circunstancia. Nos conduce a considerar la vida y sus acontecimientos con mayor serenidad, con más calma, aportando claridad, partiendo de un determinado punto e intentando caminar hacia otro.
Todo esto se podrá llevar a cabo progresivamente, poniendo medios concretos que se dirigen al cuerpo, a la respiración, y a la mente.
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O si lo prefieres de manera individual para combatir directamente estados de estrés, ansiedad o depresión https://www.asana-yoga.es/yoga-terapia/
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