En el amplio marco de estas directrices, tenemos una amplia gama de herramientas disponibles.
Como estructura de la línea media del organismo, la columna es el punto vital de referencia que indica la alineación y por lo tanto el funcionamiento de diferentes partes del cuerpo. En general, el cuerpo humano se estructura simétricamente, lateralmente y axialmente, la mayoría de los órganos clave y sus funciones se encuentran a lo largo de la columna vertebral.
Sobre esta base podemos realizar diferentes clasificaciones de las Âsana-s, como por ejemplo la flexión de la columna hacia delante, extensión de la columna hacia atrás, torsiones, inclinaciones laterales, e inversiones.
Sin embargo, es importante matizar que la práctica de āsana no es simplemente una repetición sin sentido de diferentes movimientos. Requiere una secuenciación inteligente de posturas y movimientos coordinados con el ritmo natural del cuerpo y la respiración. Es por esta razón que Śrī T. Krishnamacharya definió la práctica de āsana como, Śarīra Saṁyama o una intensa concentración sobre el cuerpo.
A menudo, en el transcurso de la vida diaria, desarrollamos ciertos patrones de posturas, gestualidad y movimiento. A veces, estos patrones pueden ser contraproducentes y por lo tanto perturbar la alineación natural del cuerpo, debido a una sobre utilización de algunas partes del cuerpo y la subutilización de otras. La práctica de una secuencia de posturas debidamente planificadas y elegidas cuidadosamente puede ayudar a revertir un desequilibrio corporal, facilitando la alineación natural en la medida de lo posible. Es importante tener en consideración que la práctica de āsana-s debe aplicarse teniendo en cuenta las capacidades, necesidades y aspiraciones de la persona que practica.
Según muchos textos tradicionales de la India, el aliento es crucial para la salud y bienestar. Consecuentemente, cualquier perturbación en el bienestar físico, mental o emocional de una persona se manifestará invariablemente como una alteración del patrón respiratorio.
Según el haṭha-yoga-pradīpikā, la mente tiene la tendencia a seguir de cerca y reflejar la calidad de la respiración. Los Veda-s también ponen énfasis en la importancia de la respiración como el vehículo de Prāna o energía, la fuerza vital que es esencial para mantenernos vivos. La práctica de Prāṇāyāma utiliza diferentes técnicas mediante las cuales se regula la inhalación, exhalación y la retención de la respiración para hacer que la respiración sea tan larga y fina como sea posible.
Según el Yoga Rahasya, cuanto más larga nuestra respiración, más se prolonga la duración de nuestra vida. Es bien sabido que la frecuencia respiratoria aumenta cuando uno no se encuentra bien o está agitado. Debido a la dinámica entre la frecuencia respiratoria y la frecuencia del ritmo cardíaco, su alteración puede llevar a estrés cardíaco y, por lo tanto, afectar indirectamente a la calidad y a la duración de la vida.
Una respiración lenta y regulada indica estabilidad mental y ecuanimidad, que a su vez contribuyen a mejorar la sensación de bienestar. A menudo, la variación en las proporciones de los diferentes componentes de la respiración, se utiliza como ayuda en la aplicación terapéutica del Yoga.
Dhyānam es la práctica de técnicas meditativas para refinar la mente y permitir la concentración.
El último propósito de la práctica del Yoga es adquirir la capacidad de dirigir la mente hacia el objeto de atención elegido, mantener esa concentración, sin distracciones, durante un cierto período de tiempo.
En un principio se utilizan “herramientas groseras” que se dirigen hacia lo externo, al cuerpo y la respiración, mientras que simultáneamente se compromete la mente, gradualmente la mente va adquiriendo la capacidad de enfocarse en objetos más sutiles.
Cuando meditamos en objetos con atributos positivos, que nos interesan, adquirimos gradualmente las mismas cualidades en las que meditamos. Por lo tanto, la meditación puede ser una técnica muy poderosa, que utiliza la mente para curar el cuerpo.
Mantra, también podemos utilizar sonidos especialmente elegidos basándonos en las necesidades y preferencias de la persona. Generalmente, el sonido se elige después de una conversación con la persona y, a menudo, se basa en el sistema de creencias y antecedentes culturales de la persona.
El uso de sonidos en la práctica de Yoga tiene el beneficio de ayudar a la mente a concentrarse. Cantar también es un proceso de eliminación de impurezas porque está estrechamente asociado con la exhalación. Por lo tanto, el uso de sonidos también puede aligerar el cuerpo y permitir una respiración larga y fina.
Nyāsam es el uso de movimientos simples de los dedos que pueden realizarse en coordinación con la respiración, con sonidos o por una visualización. Alternativamente, también podemos tocar con los dedos partes específicas del cuerpo, al mismo tiempo que realizamos una visualización específica. Esta técnica es muy útil para relajar las diferentes partes del cuerpo.
Las recomendaciones de dieta y estilo de vida son igualmente importantes. Gradualmente y a medida que se practica Yoga todos los días, comienzan a tener lugar ciertos cambios sutiles, a nivel físico y mental. La mente se vuelve más estable y, por lo tanto, ya no es esclava de los sentidos. Esto, a su vez, nos ayuda a realizar elecciones conscientes y bien informadas sobre la dieta, patrones de conducta y de estilo de vida.
Estas son solo algunas de las herramientas que tenemos a nuestra disposición. A menudo, también se pueden combinar una o más herramientas y aplicarlas según la situación lo requiera.
Contenido basado en el artículo “At the very heart of Yoga” de Nrithya Jagannathan, Darshanam de junio de 2021, Krishnamacharya Yoga Mandiram.
Continuará en una Cuarta Parte de título: Conexión entre la persona que enseña y la que aprende.
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